Este próximo viernes día 16 de mayo presento
"La educación es cosa de todos, incluido tú" en la Feria del Libro de
Salamanca. Me acompañará en la aventura Julio Alonso Arévalo que, aparte
de amigo y compañero en el programa de radio Con la música
a otra parte, es jefe de la Biblioteca de Documentación de la
Universidad de Salamanca. Mi presentación será breve. Trataré de
explicar cómo la educación y el conocimiento beligeran contra el
determinismo biológico para mejorarnos como personas. El acto es a las
13:00 h en la Plaza Mayor.
Un lugar interdisciplinario para el análisis de las interacciones humanas. Por Valle Bilbao.
miércoles, mayo 14, 2014
miércoles, mayo 07, 2014
Los ojos que nos miran
Miradas, del Ernest Descals |
En ese libro repleto de consejos
que es El arte de la prudencia,
Baltasar Gracián prescribía una conducta insuperable para que lo mejor de
nosotros solidificara en nuestros actos: «Actúa como si te estuviera observando
todo el mundo». El motivo era sencillo. Tendemos a salvaguardar nuestra
coherencia, ajustarnos a las expectativas de los demás y buscar su aprobación o rehuir su desaprobación
para mantener incólume nuestra reputación. Muchos se niegan a aceptarlo, pero
nos convertimos en la persona que somos
gracias a la participación directa e indirecta de los demás. También hay
una relectura negativa de los ojos de los demás, esa mirada fiscalizadora que
empuja a que yo modifique mi forma de actuar. Sartre lo resumió muy bien: «el
infierno son los otros». Los demás se convierten en el tártaro porque al
acceder a mi perímetro visual me dotan de ética, convierten mi conducta en
materia evaluable. A mí me gusta corregir esta idea de Sartre porque la forma
de expresarla puede conducir a muchos equívocos, a pesar de que sé que su
reflexión central es irrefutable. El infierno no son los otros, el infierno es
una vida en la que no hay otros.
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Mejor solo que mal acompañado.
La cara es el escaparate del alma.
Los demás habitan en nuestros sentimientos.
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